Según el periódico Juventud Rebelde cerca de un 21.8% de la población de La Habana se ha visto afectada con el suministro de agua, en medio de la crisis con el Covid-19, cuando los expertos de salud han recomendado priorizar la higiene, esto se traduce en 470.000 habaneros afectados.
Tres de las principales cuencas que abastecen la capital del país se encuentran un desfavorable estado, de acuerdo a la información.
La cuenca de Almendares-Vento estuvo al 67% de su capacidad de enero a marzo, a poco más del 25% la de Ariguanabo, y al 34% la Cuenca Sur, mientras la de Jaruco se mantuvo a un 40%.
Tambien se ha encontrado en niveles bajos el sistema superficial Coca-Zarza, que surte a parte del este de la provincia.
Para colmo de males no debe de llover en lo que resta de este mes, según el Instituto de Meteorología de Cuba (INSMET), y para abril tampoco se pronostican las precipitaciones que harían falta.
Hasta mayo y junio no llegaría la cantidad de lluvia necesaria para solventar la sequía.
No es nuevo que 58.000 habaneros reciben el agua mediante camiones cisternas, es decir, las llamadas pipas, y otras 155.000 han sufrido los recortes de abasto de agua en sus casas.
La escasez de agua es una problemática nacional, como lo es también que se desborden las fosas en las calles de la capital, y de las provincias.
La falta de higiene en los barrios por la ineficiente recogida de desechos, y las pésimas dificultades que enfrentan los centros hospitalarios en Cuba, son también problemas que pesan a la hora de hacer frente a una pandemia como el coronavirus.
Fuente: CubaenMiami