A pesar de que el presidente cubano Miguel Díaz-Canel asegura que en la isla no existe represión policial, ni la población le teme a la policía, el panorama muestra otra versión del régimen ya que desde el inicio del confinamiento se han vivido varios casos de acoso policial y en algunos de ellos han provocado hasta la muerte de las víctimas.
El día de ayer lunes fue denunciado un nuevo suceso de agresión policial donde fallecipo otro cubano debido a una fuerte golpiza recibida a manos de la policía cubana, mientras se encontraba detenido en una prisión.
La denuncia, difundida recientemente a través de la página de Facebook ‘Free Cuban’, llega acompañada de la siguiente explicación:
Buenos días para todos los cubanos y matanceros, hoy mi familia se viste de luto por el asesinato de un familiar nuestro en la Unidad Militar de Prevención donde fue asesinado brutalmente a manos de la Policía Cubana.
Fue tratado como un asesino en serie y maltratado hasta proporcionarle la muerte, llevaba casi un mes incomunicado, donde no se le entregaron sus pastillas para el asma y un abrigo porque según comentan esa cárcel es muy fría.
Una persona intachable, pertenecía a la Juventud, el Partido Revolucionario Cubano y hoy a esas mismas personas no le interesó todo su currículum y lo matan a golpes y dicen que se cayó en el baño.
Miren el rostro como prueba de los golpes que le dieron, hasta cuándo Cuba seguirá matando a sus hijos o forzándolos a emigrar.
Solo lo pongo para que se haga justicia y se acabe ya el maltrato hacia los cubanos mi gente, no se va a quedar esto así porque es una familia dolida la que se le entregó su hijo muerto y no es justo.
A veces uno ignora los problemas del país de uno y eso es lo peor porque al ser ignorantes esto es lo que pasa, no se respeta a los ciudadanos y se ven estos hechos donde ahora terminamos llorando y perdiendo a un padre de buena familia que dejó hijos y familia con el dolor de ver que le devolvieron su hijo asesinado.
Roberto Jiménez del Sol era su nombre, conocido por muchos que cariñosamente le llamaban Robertico. Ya me tocaron a mi familia, ahora va a ser fuego con el sistema y la injusticia tiene que acabar.