Pese a las críticas y presiones que ha recibido por parte de opositores, activistas, periodistas y organizaciones internacionales relacionadas con el tema, Cuba fue elegida para completar el Consejo de Derechos Humanos de la Organización de Naciones Unidas, órgano compuesto por 47 Estados miembros, responsables de la promoción y protección de todos los derechos humanos en el mundo.
Bruno Rodríguez Parrilla, ministro de Relaciones Exteriores cubano, enfatizó en una publicación en Twitter que Cuba fue elegida con 170 votos de los 193 posibles, el 88% de los miembros de la ONU.
Por su parte, el Minrex declaró que con ese paso “se honra la autodeterminación y resistencia del pueblo cubano frente a los graves obstáculos y amenazas que provoca la política unilateral de hostilidad y agresiones y el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos, que constituye una violación flagrante, masiva y sistemática de los derechos humanos y el principal obstáculo para el logro de metas superiores en esta materia”.
Cuba es miembro fundador del Consejo de Derechos Humanos, creado en 2006: tuvo un escaño en dos períodos consecutivos hasta diciembre de 2012, y años después ocupó un asiento durante otros dos períodos consecutivos más (2014-2016 y 2017-2019).
Electa #Cuba al Consejo de Derechos Humanos por 170 votos, el 88 % de los miembros de @UN
Nuestro país es parte de 44 de los 61 instrumentos internacionales de DDHH, cuyo cumplimiento reporta a ONU
A pesar de la campaña de desprestigio, los logros de Cuba no pueden ser opacados pic.twitter.com/PNjp7NDNIw
— Bruno Rodríguez P (@BrunoRguezP) October 13, 2020
Pero no todo son ovaciones para la isla, pues en respuesta a la elección de Cuba para su quinto mandato en el Consejo de Derechos Humanos, 85 organizaciones cubanas e internacionales de derechos humanos y libertad de expresión en conjunto con medios independientes de comunicación emitieron una declaración en la que mostraron su desacuerdo.
“Nos preocupa profundamente la decisión de otorgarle a Cuba una nueva oportunidad para ocupar un puesto en el Consejo de Derechos Humanos. Esto no solo recompensa el pobre historial de Cuba en materia de derechos humanos, sino que también socava la integridad del Consejo para responsabilizar a los gobiernos abusivos por sus acciones en la región y en todo el mundo”.
“Las naciones que tienen el honor de integrar el Consejo deben comprometerse con el derecho internacional de los derechos humanos. Los miembros del Consejo deben asegurarse de que Cuba no eluda la responsabilidad de su propia conducta ni utilice su asiento para debilitar estas normas internacionales. Como organizaciones dedicadas a la protección y promoción de derechos humanos estaremos vigilantes, monitoreando las acciones de Cuba dentro del Consejo, certificando que los derechos humanos y las libertades fundamentales están siendo respetados y protegidos”.
En el documento fundamentan una serie de antecedentes que datan desde el 2006 hasta la actualidad, demostrando la incapacidad de la Isla para asumir un rol tan importante. “Desde su fundación en 2006, Cuba ocupó uno de los ocho puestos del Consejo de Derechos Humanos correspondientes a América Latina y el Caribe, en cuatro mandatos. En los 12 años de Cuba en el Consejo, el país solo apoyó 66 de las 205 resoluciones aprobadas en respuesta a graves violaciones de derechos humanos en todo el mundo.”
Terminan diciendo que “El país sigue estando, año tras año, entre los peores calificados en materia de libertad de prensa en América Latina, y ocupa el puesto 171 de los 180 países analizados en el Índice Mundial de Libertad de Prensa 2020 de Reporteros sin Fronteras (RSF). El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) incluye a Cuba en una lista de los 10 países con mayor nivel de censura del planeta”.