La empresa de envío de dinero Western Union cierra sus puertas en Cuba este lunes, como resultado de una prohibición por parte de Washington. No obstante, los expertos advierten que, pese a los inconvenientes, éste no será el final de las remesas en la nación caribeña.
Así lo considera el economista Omar Everleny Pérez quien le comentó a The Associated Press que “No se puede desconocer que esa medida tendrá un cierto impacto, ya que mensualmente se realizan más de 240.000 transacciones entre Cuba y Estados Unidos a través de la Western Unión (…) Por ende, no son valores despreciables”.
Asimismo, Pérez agregó que hay varios estimados del volumen real de las remesas que se transfieren anualmente por esa agencia estadounidense y que las cifran en montos que van de los 900 a los 1.500 millones anuales.
Sin embargo, aunque no se conocen las cifras oficiales, se estima que realmente ingresan unos 3.500 millones de dólares anuales a la isla, si se cuentan todas los vías posibles de llegada de remesas familiares.
La sanción impuesta por la administración del presidente Donald Trump busca castigar al gobierno cubano presionando por un cambio de modelo político para lograr pluripartidismo y una orientación más afín a Washington, y se produce en momentos en que la nación caribeña atraviesa una fuerte crisis debido a la paralización financiera por el nuevo coronavirus y las ineficiencias propias.
La fecha límite fue informada por Western Unión en días pasados, luego de que la decisión del gobierno de Estados Unidos diera plazo de un mes en octubre pasado para el cierre de sus operaciones.
Las autoridades cubanas acusaron a Estados Unidos de usar las remesas de sus ciudadanos de manera política y redirigir esos fondos a canales informales o dudosos.
“Quedan así cerradas las vías oficiales y más seguras para el envío de remesas, desde Estados Unidos, por parte de quienes no pueden viajar con frecuencia a Cuba para apoyar con dinero a sus seres queridos o no desean valerse de terceras personas para ayudar a sus familiares”, señaló un artículo del lunes del periódico oficial Granma.
La semana pasada las autoridades permitieron la apertura del aeropuerto de La Habana, lo que se convertiría en la válvula de escape del gobierno cubano para la entrada de divisas.
“Cuba tuvo periodos iniciales donde las transacciones se hacían a través de las llamadas “mulas” o por medio de familiares. Hoy viajan a Cuba provenientes de Estados Unidos unos 15 vuelos diarios”, comentó el economista Pérez. “Ya se han llegado a utilizar hasta las criptomonedas, en la llegada de remesas, es decir las variantes son inimaginables”.
Además, para las remesas de Europa se usan varios bancos y otras pequeñas empresas informales suelen ofrecer el servicio que incluso se realiza al domicilio de las personas.
Lo que si no se puede negar es que el cubano siempre va a encontrar la manera de recibir el dinero. En estos momentos, antes las significativas aperturas de tiendas en USD en todo el país, cada vez se le hace más necesario a los isleños contar con su “pariente” en el extranjero.