Luego de que el régimen castrista metiera sus manos en el tema del trasporte privado en Cuba, implementando un experimento desde el pasado 8 de octubre, de tarifas topadas a razón de cinco pesos cubanos (algo así como 20 centavos de dólar) por cada tramo de ocho kilómetros, los taxistas han sido azotados por inspectores y policías del tránsito.
El régimen cubano asegura que le rebajaran el 20 por ciento de los precios de las refacciones de los autos, algo a lo cual los taxistas entrevistados aseguran que es insuficiente debido a que los precios actuales que tienen las piezas son muy elevados actualmente.