El ex fiscal general de Cuba, Juan Escalona Reguera, falleció en la ciudad de La Habana a la avanzada edad de 87 años. Según informa la prensa estatal la causa de su muerte fue una bronconeumonía.
A finales de la década de los ochenta, este hombre fue reconocido por conducir el juicio de la causa uno en televisión nacional, que terminó con la pena de muerte de Arnaldo Ochoa y otros oficiales de menor rango involucrados por Fidel Castro en el tráfico de drogas.
Durante su tiempo al mando de la Fiscalía General mantuvo una mano dura, como siempre ha caracterizado al régimen cubano, con los activistas de derechos humanos y los líderes opositores pacíficos a los que tildó en declaraciones públicas de “delincuentes a las órdenes de Estados Unidos”.
Como suele suceder tras la muerte de un símbolo de la dictadura, su vida fue endulzada como “un ejemplo de modestia, honestidad, entrega sin límites a su profesión, a las Fuerzas Armadas Revolucionarias y a la Revolución. Además mostró una lealtad infinita a Fidel Castro y al general Raúl Castro.
Escalona tuvo una trayectoria parecida a la de los viejos guerrilleros que se alzaron en la Sierra Maestra. Su condición de santiaguero le dio la oportunidad de unirse a los rebeldes de la columna que comandaba Raúl Castro en el II Frente Oriental Frank País.
Después del 1959 con su formación de abogado ocupo los cargos de ministro de Justicia (1983-1990), presidente de la Asamblea Nacional del Poder Popular desde 1990 hasta 1993 y Fiscal General de la República.
Con información de DDC