El Gobierno de Panamá deportó esta madrugada a la cubana embarazada y con tres hijos de 17, 8 y 5 años que no quería regresar a su país. La familia llevaba justo una semana durmiendo en la zona de tránsito del aeropuerto de Tocumen, en Ciudad de Panamá, y fue subida por la fuerza a un avión con destino Cuba.
Los agentes de Inmigración primero se llevaron a los niños. La familia se abrazó en el piso para impedir que los separaran, pero la Policía intervino y terminó sacando esposado al hijo adolescente de Yaima Millares Cuesta.
En un primer momento la madre pensó que se los llevaban a un centro de acogida de menores porque la más pequeña, de 5 años, había tenido fiebre debido al bajón de las temperaturas.
Cuando le quitaron a sus hijos, Yaima entró desesperada al baño y hasta allí fueron a buscarla para subirla, también por la fuerza, a otro avión, según el relato de un familiar de la deportada a CiberCuba.
Al llegar a La Habana le entregaron a sus hijos y el Gobierno cubano la montó en un taxi del Estado pagado por ellos, que trasladó a la familia a Cienfuegos.
A esta hora, Yaima Millares Cuesta ya está de vuelta en la casa de su madre con sus tres hijos. Para poder viajar a Trinidad y Tobago ella vendió su casa.
Esta cubana de 37 años, embarazada de seis meses, llegó al aeropuerto de Puerto España el pasado jueves 25 de octubre. Las autoridades de Trinidad y Tobago no se fiaron de su reserva de dos días de hotel y le retiraron el pasaporte a todos y los subieron a un avión de vuelta a Cuba.
La historia de Yaima se hizo viral cuando CiberCuba publicó un vídeo en el que se veía a la cubana, de rodillas, pidiendo clemencia a los agentes de Inmigración de Trinidad y Tobago para que no la devolvieran a la Isla. «No quiero volver a Cuba», decía.
Fuente: Cibercuba