Los republicanos han retenido en la noche de este martes el control del Senado, según informaban medios estadounidenses como CNN, The New York Times y The Washington Post, mientras que en la disputa por la Cámara de Representantes los demócratas lograban recuperar la mayoría luego de ocho años de dominio republicano, según mostraba el conteo pasadas las 2.50 a.m. (Hora del Este).
Alrededor de la 1.40 a.m. la proporción definida para el Senado era de 51 escaños republicanos y 44 demócratas, según The Washington Post. The New York Times daba a los republicanos 32 338 623 votos (42.6%), y 42 238 292 (55.7%) eran para los demócratas.
Los republicanos habían ganado tres escaños de los que estaban en disputa, los demócratas perdieron tres.
En la carrera por la Cámara de Representantes, los republicanos iban delante hasta poco antes de la medianoche, cuando se revirtió la tendencia general.
A esa hora ya comenzaban a dominar los demócratas, que poco después (00.30 a.m.) tenían 189 asientos, mientras que los republicanos aparecían con 175. Veintiséis asientos perdidos por los republicanos habían beneficiado a los demócratas. En cuanto al número de votos, los candidatos republicanos habían recibido un total de 42 379 123 (47.9%) frente a 44 723 626 votes (50.5%) los demócratas. La carrera es por alcanzar el umbral de 218 escaños, que asegura el control.
Poco después de la 1.10 a.m., la proporción de escaños ganados en la Cámara era de 205 para los demócratas y 188 para los republicanos. Finalmente, pasadas las 2.50 a.m., tanto The New York Times como The Washington Post publicaban la proporción que confirmaba el recuperado dominio demócrata en la Cámara Baja: demócratas, 218 escaños; republicanos, 192.
Los demócratas, con 48 371 426 votos (50.7%); los republicanos con un total de 45 406 896 (47.6%).
Regresa la mayoría demócrata a la Cámara Baja después de ocho años de dominio republicano. El camino será más difícil para la administración Trump, y para sus planes del muro en la frontera con México o el cierre de la reforma sanitaria de Obama. Muchos comienzan también a pensar en investigaciones sobre sus finanzas y vislumbran la posibilidad de un impeachment.
Poco después de las 8.00 p.m. de este martes, cuando ya habían cerrado los colegios en más de la mitad de los estados, se conocía que como era esperado los senadores demócratas por Massachusetts, Delaware, Rhode Island y Connecticut habían ganado la reelección, incluida la senadora Elizabeth Warren.
Warren ha mostrado su inclinación a examinar seriamente la posibilidad de presentarse a la carrera presidencial. “Una mujer presidente podría arreglar una Casa Blanca estropeada”, ha dicho.
A esa hora AP informaba que Donna Shalala, exfuncionaria en el gabinete de Clinton, ganó su carrera para la Cámara de Representantes en Florida. Shalala derrotó a la republicana María Elvira Salazar en la disputa por la plaza que dejó Ileana Ros-Lehtinen. Su victoria fue el primer repunte de los demócratas en la Cámara. Le seguía poco después Jennifer Wexton, en Virginia.
El senador Robert Menéndez, demócrata de Nueva Jersey, era reelegido para un tercer período, mientras que en Kentucky Andy Barr, republicano en funciones, derrotaba a Amy McGrath, y otros tres republicanos en funciones, los representantes Brian Mast, Vern Buchanan y Mario Díaz-Balart, mantenían sus asientos en distrintos cerca de Palm Beach, Tampa y Miami. A su vez, el republicano Michael Waltz ganaba el puesto dejado por su copartidario, Ron DeSantis.
Casi a las 10.00 p.m., la derrota de Joe Donelly en Indiana, que perdió su reelección ante el republicano Mike Braun, era vista como un golpe a los demócratas en su intento de ganar el Senado.
Bernie Sanders, importante figura de la izquierda en Estados Unidos, fue reelegido como senador por Vermont.
Entre los gobernadores, ya se confirmaba la victoria de Andrew Cuomo, de Nueva York, elegido para un tercer mandato. Los demócratas también habían ganado gubernaturas en Michigan (Gretchen Whitmer, exsenadora del estado), Illinois y Pensilvania.
En la Florida, Ron DeSantis, figura del presidente Trump, fue elegido gobernador por ajustado margen frente al demócrata Andrew Gillum.
Los republicanos tienen actualmente 33 de 50 estados. De 36 gubernaturas abiertas a reelección este año, solo nueve eran de demócratas, mientras que los republicanos defendían 26. Alaska tiene un gobernador independiente.
En la carrera por las gobernaciones, a las 2.20 a.m. The Washington Post daba 21 a los demócratas y 25 a los republicanos.
Las primeras elecciones nacionales desde que Donald Trump llegó al poder, precedidas por una fuerte polarización política, en las que se definen 435 escaños de la Cámara de Representantes, 35 del Senado y 36 gobernaciones, son por amplio consenso vistas como un referendo paralelo para el actual presidente, que ha polarizado al extremo el país, y una prueba para los demócratas, que necesitan canalizar el sentimiento liberal antiTrump y traducirlo en una votación que les favorezca.
Una muestra del interés que ha despertado la votación es la importante cifra de votos anticipados registrados, unos 34.5 millones en los estados donde están permitidos, 50% más que en las elecciones de medio término o midterms de 2014, mientras reportes de prensa hablaban de largas filas en los colegios electorales de todo el país.
“Demócratas y republicanos han visto señales de una poderosa concurrencia de votantes a las urnas en todo el país, que prácticamente superará a la pobre asistencia en las elecciones de medio término de 2014”, publicó The New York Times.
“Las elecciones se convirtieron para muchos en algo más: un referendo sobre los valores estadounidenses en la era Trump”, señaló el periódico en otro de los artículos sobre la jornada electoral.
El presidente Donald Trump lideró la ofensiva electoral republicana que insertó el tema migratorio y fronterizo como herramienta de propaganda en la campaña electoral.
Fuente Cubadebate